Sunday, February 13, 2005

Memorias Recurrentes.

No se como llamarles, si memorias recurrentes o recuerdos al azar que se repiten. A lo mejor hay una vasta bibliografia acerca de esto y yo no lo se. Debe ser alguna especialidad de la psicologia. Todo mundo debe experimentarlo y habra reflexionado sobre ello, pero no dice nada. Puede que alguien lo haya considerado en los linderos de la locura. Creo que no es para tanto, que es algo normal, que es un proceso de reconstruccion de memorias o de memorias de memorias disparadas por un estimulo visual percibido solo por el subconciente. Por ejemplo: cuando comienzo a limpiar la alfombra del gran vestibulo de Webster House con la aspiradora, me acuerdo que en una carta le pedi a Manolo Sanchez del Vallejo, de Comillas Santander, que me mandara unas postales o estampas del Santo Cristo de Limpias. Despues sigo recordando o pensando otras cosas que sin mas se regresan al oscuro rincon o chip donde estaran archivadas. Pero a la noche siguiente pongo en marcha la aspiradora en el mismo lugar y de pronto, sin decir agua va, alli estan Manolo y las estampas del Santo Cristo de Limpias. Asi una noche y otra noche sin yo premeditarlo.

Antes, lo primero que recordaba al pasar la aspiradora en ese mismo espacio de la alfombra era el detalle de Dona Maria de Botin, nina aun, mirando por vez primera las pinturas de la Cueva de Altamira y gritandole a Don Marcelino de Sautuola: "Los toros, papa, los toros!". Noche tras noche, tal vez durante meses recordaba como un flashazo esto mismo en el mismo lugar, hasta que ahora lo sustituye lo relativo al Santo Cristo de Limpias de Santander, Espana. A veces reflexiono y me pongo a observar la alfombra para ver si descubro algun detalle, como un pliegue o una mancha o cualquier accidente que haga tropezar la aspiradora o mi cerebro para que caiga yo en la Cueva de Altamira, pero no encuentro nada. Por eso digo que debe haber algo alli que solo percibe mi subconciente haciendo la conexion necesaria para que la nina Maria empiece a gritar ante la vision de los bisontes de la prehistoria.

Cuando muy inocente olvidado de todo voy ya aspirando los primeros escalones que suben al mezzanine, en un de repente son las nueve de una noche de verano y acabamos de llegar a Palenque, Chiapas, comenzando a caer un aguacero que nos hace refugiarnos en una tienda con techo de laminas de zinc que multiplican el ruido de la lluvia. Tenemos tanta sed por el calor y la caminata desde la estacion del tren, que pedimos refrescos y nos dan unos vasos de agua con pina y azucar que preparo el presidente municipal, dueno de la tienda. Y ya se que manana en la noche al aspirar la escalinata volvera a caer el aguacero sobre las laminas de Palenque Chiapas y nosotros tomaremos refresco de pina. Lo mismo noche tras noche hasta que no se quien o que sustituya esta memoria recurrente.

Al revisar los cuartitos por donde se tira la basura en cada piso, sin buscarlo voy rememorando a la Emperatriz Carlota, viuda de Maximiliano, comiendo cajeta de Celaya en su castillo junto al mar en Belgica, mientras las tropas alemanas conquistando Europa en la Primera Guerra Mundial, marchan en silencio ante el aviso que les pide respetar la quietud del lugar donde esta enferma de locura la Emperatriz de Mexico, que era viuda de un habsburgo de la raza alemana. Y recuerdo a Ramon Loera Rivera, que me conto lo anterior luego de leerlo en un libro, y que cuando Ramon iba de Ciudad Valles a Tampico, le decian sus hermanas: si vas al mar nos traes conchitas. Pero como hacer para no acordarme de esto la noche siguiente y la que sigue? Que quiere decir esto? Como curarme de estas memorias recurrentes?

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